MESA DE LA RÍA VALORA POSITIVAMENTE EL CIERRE DE LOS POZOS MARINOS DE GAS DE REPSOL EN DOÑANA
La mala noticia es que el proyecto consultado por la organización excluye el desmantelamiento de los gasoductos que atraviesan Doñana y las instalaciones en tierra de la empresa Repsol
Mesa de la Ría inició en 2013 una batalla en Bruselas contra los proyectos de gas en Doñana, denunciando no solo los de Gas Natural, sino también los ya existentes en las costas y suelos del espacio natural como las instalaciones ‘Poseidón’ de Repsol, lo que llevó al colectivo a reunirse en diciembre de 2018 con los eurodiputados que visitaron el Parque Nacional de Doñana para evaluar los riesgos de su desecación y los asociados a losproyectos de extracción, almacenamiento y transporte de gas natural en la zona, incluidos los de Repsol que, denunciados por el colectivo, ahora se clausuran.
La organización conoció la existencia de estas instalaciones cuando vecinos del Matadero alertaron del vertido de cientos de camiones cisterna de aguas geológicas contaminadas que se extraían junto al gas en una arqueta de la ciudad de Huelva con destino a la depuradora municipal. Un vertido que, tras la recogida de firmas de vecinos, fue denunciado por Mesa de la Ría al Ayuntamiento, que rápidamente prohibió los vertidos.
Desde Mesa de la Ría valoramos muy positivamente el cierre, clausura y sellado de los tres pozos submarinos ‘Poseidón’, así como de sus gasoductos marinos, porque, como ya se alertó en su día, estas actividades han supuesto la producción de un gran número depequeños terremotos en la zona costera, a sólo 30 kilómetros de Mazagón, como se reconoce en los documentos analizados.
Pero el proyecto consultado por la organización excluye el desmantelamiento de los gasoductos que atraviesan Doñana y las instalaciones en tierra de la empresa Repsol, motivo por el que Mesa de la Ría ha formulado alegaciones al proyecto, con el objeto de que se incluya en el desmantelamiento total de los citados gasoductos e instalaciones de tratamiento terrestres y la devolución de servidumbres, para dejar la zona en el mismo estado en el que se encontraba antes de la llegada de Repsol en los años 90.
Igualmente, Mesa de la Ría ha solicitado que el proyecto parcial de clausura, solo contemplado por la evaluación ambiental del ministerio, sea objeto también de una autorización ambiental unificada completa por parte de la Junta de Andalucía.