MESA DE LA RÍA EXIGE UNA EXPLICACIÓN ANTE EL EPISODIO CONTAMINANTE DEL DOMINGO.
Mesa de la Ría considera que es clara la relación de contaminación del aire del pasado domingo con la actividad del Polo Químico.
El colectivo ciudadano lamenta que la Junta de Andalucía reduzca el incidente a un simple problema de malos olores.
La historia se vuelve a repetir, cuando se produce algún pico de contaminación, la nube tóxica que llega a la ciudad provoca fuertes picores en ojos y garganta, así como dolores de cabeza, y los ciudadanos, ante la falta de información por parte de la administración, acuden a la Mesa de la Ría. Desde esta organización entendemos que quienes generan esta alarma social son las propias administraciones que en lugar de aclarar el origen del problema ocultan la evidencia de modo fraudulento.
Blanco y en botella, un escaso viento que proviene del Polo y que impide la dispersión de contaminantes, significó que el Polo Químico de Huelva volvió a gasear a los onubenses el pasado domingo.
Lo vergonzoso de esta situación es que desde la administración autonómica, responsable directa de la situación ambiental que sufre el entorno de la ría de Huelva, se quiera justificar la actividad de empresas contaminantes frente al interés general y a un problema de salud que nos afecta a todos. Rotundamente no se puede reducir este incidente a un simple problema de “malos olores”.
Las condiciones meteorológicas ponen en evidencia la constante contaminación que sufrimos los ciudadanos de Huelva y del entorno de la ría, sólo que especialmente somos conscientes de ello, cuando el viento se dirige hacia una de las poblaciones. Las condiciones meteorologicas no pueden ser excusa por parte de la Junta de Andalucía para minimizar su responsabilidad.
Por ello desde Mesa de la Ria pedimos que se produzca un cambio de rumbo hacia un modelo de ciudad que mire más a su ría, que invierta en sectores económicos sostenibles y abandone la actividad contaminante de la AIQB, que está siendo un lastre para el crecimiento de Huelva. Turismo, cultura, energías verdes, industria de bienes de consumo e industrias agroalimentarias deben ser los sectores económicos que diseñen el futuro de esta tierra, pero no vendrán a un entorno tan degradado como es el de nuestra ría, la ría de todos.