Greenpeace y Mesa de la Ría difunden nuevas imágenes aéreas que confirman las filtraciones de fosfoyesos a la ría de Huelva tras los temporales
- En el vídeo se aprecian las cárcavas que conectan las balsas de fosfoyesos con el río Tinto y que provocan un frente continuo de contaminación a lo largo de casi 3,5 kilómetros
- Las organizaciones exigen a la fiscalía de Medio Ambiente que abra una investigación a Fertiberia
Greenpeace y la Asociación Mesa de la Ría de Huelva han recogido nuevas imágenes aéreas que confirman cómo tras el paso de los temporales ‘Enma’ y ‘Félix’ el frente de vertidos industriales tóxicos y radiactivos desde las balsas de fosfoyesos en Huelva se extiende ya a toda la orilla del río Tinto. En el vídeo se pueden ver las zanjas que conectan las balsas, situadas a escasos 500 metros de algunos barrios de la ciudad, con el río, y que provocan un frente de contaminación de casi 3,5 kilómetros. Las imágenes fueron tomadas el pasado sábado 15 de marzo tras el paso del temporal Félix.
Esto muestra graves fallos en la seguridad y el control de las balsas, de las que se encarga la empresa responsable de los vertidos, Fertiberia, que vuelve a incumplir sus obligaciones y sigue permitiendo que sus residuos afecten al medio ambiente, con graves consecuencias para la salud de la ciudadanía y a los ecosistemas de la zona.
“Hemos vuelto a corroborar que existen filtraciones. Esto respalda, además, los estudios científicos publicados por el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva”, ha declarado Aurelio González Peris, presidente de la Asociación Mesa de la Ría de Huelva.
“Nos preguntamos por qué la fiscalía de Medio Ambiente, ante la evidente contaminación producida por Fertiberia, no abre de oficio una investigación sobre este problema sanitario y ambiental”, ha añadido Julio Barea, responsable de campaña de Greenpeace.
Las balsas de fosfoyesos contienen más de 120 millones de toneladas de residuos industriales tóxicos, peligrosos y radiactivos, como dictaminó la Unión Europea en 2010. Futuras tormentas, la subida del nivel del mar y el incumplimiento de la Ley de Costas podrían provocar vertidos tóxicos graves en el río Tinto y en el mar, lo que afectaría directamente a las costas del Parque Nacional de Doñana.
Greenpeace y la Mesa de la Ría ya alertaron sobre esta situación el pasado 12 de marzo, tras el paso del temporal Enma, con imágenes exclusivas que confirmaban los serios fallos en la seguridad y control de las balsas por parte de Fertiberia.