La Mesa de la Ría denuncia ante el Seprona vertidos de fosfoyesos en una finca de cultivo de Gibraleón
La Asociación Mesa de la Ría ha denunciado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) “vertidos continuados de fosfoyesos” en una finca de cultivo de Gibraleón. La asociación medioambiental sospecha que se está usando “de forma ilegal este residuo industrial” para “rebajar la acidez” de estos terrenos agrícolas, una práctica, que de confirmarse, “sería de una gravedad extrema”.La denuncia interpuesta ante el Seprona por la Mesa de la Ría el pasado 23 de junio, y a la que ha tenido acceso este periódico, señala que los “vertidos continuados de fosfoyesos” se están produciendo “desde hace unas tres semanas” en una finca ubicada en el camino de Pozo Negro, kilómetro 1 de la carretera que une Gibraleón y San Bartolomé de la Torre (salida del cruce restaurante Los Cazadores).
Los fosfoyesos, según la asociación y tras las quejas de vecinos de una urbanización cercana a la finca, están siendo “transportados por carretera mediante camiones de tres ejes, cabeza tractora blanca y remolque amarillo, desde las balsas de fosfoyesos de la multinacional Fertiberia en Huelva a la citada finca”.
A través de esta denuncia y al tener “constancia de la peligrosidad de tales residuos debido a que ese organismo (Seprona) ya demostró su toxicidad”, la Mesa de la Ría solicita que esta unidad de la Guardia Civil lleve a cabo una “actuación de control y vigilancia para constatar, y en su caso denunciar, los hechos que se señalan requiriendo su paralización inmediata por producir un daño grave al medio ambiente”.
Para el presidente de la Asociación Mesa de la Ría, Aurelio González, “si el Seprona confirma que lo que se está tirando en esta finca de cultivo son fosfoyesos, estaríamos ante un caso de gravedad extrema, ya que se estarían contaminando terrenos agrícolas con residuos que tienen que ser tratados como tal y que no pueden ser usados para rebajar la acidez del suelo”.
A juicio de González, si la investigación del Seprona certifica las sospechas de la asociación “estaríamos ante un nuevo caso de inhibición por parte de la Consejería de Medio Ambiente ante una empresa, Fertiberia, que estaría infringiendo la ley”. González ha anunciado la intención de la Mesa de la Ría de presentar “la correspondiente denuncia judicial” si el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Benemérita confirma estos “vertidos continuados de fosfoyesos en terrenos de cultivo”.
El precedente de Lebrija
En 2009, el Seprona detectó ”toxicidad” en fosfoyesos procedentes de la fábrica de Fertiberia del Polo Químico onubense que eran usados como abono en cultivos del Bajo Guadalquivir, concretamente en unas 70.000 hectáreas agrícolas de los municipios de Lebrija y Los Palacios (Sevilla) y Trebujena (Cádiz).
Los informes del Seprona certificaron que este residuo industrial, usado desde hace décadas como abono de fincas de remolacha, arroz y algodón, contiene “lixiviados con un PH muy ácido, elevadas concentraciones de sulfatos, calcio, sodio, fósforo y metales tóxicos entre los que se encuentra el uranio”. Asimismo, los agentes de esta unidad de la Guardia Civil alertaron de que “el uso de fosfoyesos en agricultura, de forma intensiva o continua, puede producir la acumulación de metales tóxicos como el uranio”.
Miembros de la Asociación Mesa de la Ría, Greenpeace, WWF y Ecologistas en Acción advirtieron ya entonces del peligro que supone usar los fosfoyesos de Fertiberia como abono, dados sus elevados componentes de uranio y de otros metales pesados, que se transmiten a través de alimentos, contaminan el agua y se acumulan en el organismo humano. Por estos motivos, todas estas asociaciones ecologistas al unísono exigieron la prohibición de los fosfoyesos de Fertiberia para abonar cultivos.
Los informes del Seprona realizados en 2009 fueron remitidos a un juzgado de Lebrija, que aún investiga una denuncia en la que está personada la Mesa de la Ría.
FUENTE: Huelvaya.es