CHARLA-COLOQUIO EN LA UNIVERSIDAD
La Mesa de la Ría quiere agradecer a Pablo Fajardo Mendoza, abogado de la Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones de la Petrolera Texaco (UDAPT), su presencia en Huelva para dar a conocer cual es la situación del proceso que iniciaron hace más de 20 años contra Chevron-Texaco por los vertidos que la petrolera realizó en plena Amazonía ecuatoriana.
La charla-coloquio tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva, por lo que desde la Mesa de la Ría queremos dar las gracias a su Decana, Aurora Mª López Medina, por su presencia en la charla, y por poder hacer uso de sus instalaciones. Ante la gran cantidad de asistentes, la charla tuvo que trasladarse desde el Salón de Grados de la Facultad hasta el Salón de Actos, de mayor capacidad. Por tanto agradecer también la presencia de todos los que participaron en la misma.
El acto se inició con una breve ponencia, por parte de Rafael Gavilán, miembro de la Mesa de la Ría, de cual ha sido la labor de este colectivo ciudadano dentro de la vía judicial, y en que situación se encuentra el proceso iniciado contra Fertiberia por los vertidos de Fosfoyesos en las marismas de Huelva.
Tras esta exposición, Pablo Fajardo tomó la palabra para explicar como habían iniciado el proceso contra Texaco por los abusos que la multinacional petrolera estaba realizando en la Amazonía ecuatorial. Como se enfrentó él sólo, como abogado de los afectados, frente a decenas de abogados de Texaco, y como después de años de litigio se consiguió condenar a la multinacional a pagar una indemnización multimillonaria para pagar la limpieza y recuperación de la zona afectada por los vertidos y las balsas de residuos.
Pablo Fajardo recordó que Texaco utilizó un sistema de vertidos directos, y no empleo técnicas que no hubiesen tenido ese impacto sobre el medio ambiente, por dos motivos, el primero por el bajo coste que tendría esta forma de deshacerse de los residuos químicos, obteniendo así mayores beneficios de las extracciones petrolíferas de un forma ilícita, y en segunda lugar por el trato racista que la compañía tuvo hacia Ecuador y sus gentes, a las que se les negaba una vida digna y sana, llegando a ningunear su presencia en la zona afectada. Un hecho que a la Mesa de la Ría le recuerda el caso de Huelva, donde las industrias químicas han contaminado y degradado el entorno de la ría de Huelva sin tomar las medidas para que no ocurriera, sin preocuparles quienes aquí vivimos, por una simple cuestión de reducir costes económicos, y se han lucrado con ello.
ENCUENTRO EN EL COLEGIO DE ABOGADOS
Tras la charla-coloquio, Pablo Fajardo tuvo un encuentro en el Colegio de Abogados de Huelva, con su Decano, Juan José Domínguez, y con su Vicedecano, Fernando Vergel, donde se trataron las cuestiones jurídicas relativas a la situación medioambiental de la Amazonía ecuatoriana afectada por Texaco, y la relación con lo que en Huelva está sucediendo.
VALORACIÓN DE LA MESA DE LA RÍA
La Mesa de la Ría valora la presencia de Pablo como el inicio de una nueva línea de colaboración entre este colectivo ciudadano de Huelva con los Afectados por Texaco de Ecuador. Las actuaciones llevadas a cabo en el caso Chevron-Texaco servirán de gran utilidad a la Mesa de la Ría para futuras acciones.
Así mismo se concretó la creación de una Plataforma donde se podrán integrar todos los colectivos a nivel internacional que llevan a cabo algún tipo de lucha ecologista contra una multinacional, para poner en común las experiencias de cada uno de estos colectivos por la búsqueda de un futuro mejor para su región que en definitiva repercute en todo el planeta Tierra. Esta plataforma se denominará «Colibrí», en recuerdo a la fábula que Pablo Fajardo contó a la audiencia que asistió a la charla de hoy, en la que contaba como tras un gran incendio en el bosque todos los animales salían corriendo, huyendo de las llamas, todos menos un colibrí que recogió una gota de agua que dejó caer sobre el fuego, al verlo un león le preguntó que por qué hacía eso, ya que era imposible que apagar el incendio con una gota de agua, a lo que le respondió el colibrí que al menos lo habrá intentado. Pablo terminó su charla recordando que es mejor ser colibrí que león, y que lo que el Mundo necesita son muchos colibríes.
Efectivamente (porque ha sido efectivo), la visita del abogado ecuatoriano Pablo Fajardo a Huelva ha sido, además, un gran éxito; sobre todo, para llenar de esperanza la sed de justicia de los pueblos que sufren la explotación más criminal, del hombre contra el hombre, como es la deforestación de uno de los pulmones del Planeta, la Amazonía. Pero también, porque con este acto de denuncia e ilusionantes miras hacia un futuro mejor, la conciencia social adquiere un mayor enriquecimiento, constatando que sólo a través de la solidaridad internacional se puede hacer frente a las grandes agresiones multinacionales contra la vida no sólo del ser humano-personas, sino contra toda la diversidad de vida existente todavía en este globo común que es la Tierra. Desde que iniciamos el abrazo con la Plataforma «Mesa de la Ría de Huelva», a través del entrañable y resistente compañero Juanma Buendía, en POETAP hemos abierto un una gran puerta para fortalecer esa necesaria solidaridad internacional. Gracias también, al letrado Pablo Fajardo, en lucha contra uno de los mastodontes del negocio del petróleo, la ‘TEXACO-Chevrones’, una más entre tantas y tantas que envenenan nuestra existencia. ADELANTE, COMPAÑEROS: os esperamos en el «I Festival de la Poesía» de París, a celebrar en la Casa de América de dicha capital europea, en la tercera semana del próximo mes de junio.
«Garoña adormecida» (en alusión a la Central Nuclear de la localidad del mismo nombre):
Al lado de Miranda, la constancia
destructora avala su caducidad y crudeza;
atómica planta, prorrogada sin cabeza,
sin sentido… ¡Que sólo muerte escancia!
En medio de Garoña, su verdor en la distancia
me subleva, con ternura y entereza,
donde el hielo asoma con dureza,
socavando la memoria y su fragancia.
En medio de la noche, mi grito se aleja,
hacia la penumbra acanallada
de sindicatos y mecenas comadrejas.
Nuestra canción de amor no fue aceptada;
en soledad, paseando el Ebro y sus callejas,
vamos empujados al imperio de la nada.